21 de marzo de 2010

5 CANCIONES - 5 ladrones


Todos somos ladrones. Nos encanta tomar lo que no es nuestro, a la fuerza o cobijados por la noche y el silencio.

Te robo, te despojo: de lo tuyo, de lo que eres, de tu tiempo y tu espacio. Te robo un beso, te robo el corazón. Igual que lo haces tú.

Igual que todos estos ladrones como nosotros.

Disfruten el nuevo episodio de 5 CANCIONES. No hay necesidad de robarlo, es gratis.



1. Stolen Car - Beth Orton
2. Been Caught Stealing - Jane's Addiction
3. I Fought the Law - The Bobby Fuller Four
4. Steal Your Heart Away - Fleetwood Mac
5. Thief - Belly


Escúchenlo aquí:






O visiten la página de Podomatic para más episodios.
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15 de marzo de 2010

Kashmir: El fanatismo recíproco.


Fotografía de Óscar Villanueva.

- Alguna vez leí un texto de un profesor de la facultad de filosofía que decía algo como que el amor más sinceramente expresado es aquel que se transmite en una tercera lengua. Es decir, cuando las dos personas enamoradas no comparten el lenguaje materno y se comunican por medio de un tercero, uno que ambos aprendieron y es el único por el que pueden entenderse. Las palabras se escogen más cuidadosamente y el amor pasa de ser una simple sensación a algo premeditado y consciente.

Comunicarse por medio de un tercer lenguaje ofrece limitantes y ventajas. Posiblemente pasa con frecuencia que no se encuentran las palabras adecuadas para decir lo que se quiere decir, pero entonces se recurre a otros métodos de expresión, unos que permitan ir más allá del terreno de las palabras. Así que cuando se recurre a la música para acompañar ese segundo lenguaje, las dificultades se desvanecen y se refuerza la necesidad de dar a conocer lo que intenta salir. Kashmir es una banda que compone en un lenguaje del que se han apropiado y algunos de nosotros los recibimos del mismo modo: apropiándonos de un lenguaje que no es el que aprendimos desde el nacimiento, pero que sirvió para colocarnos en un estado emocional pocas veces habíamos experimentado.

Nunca había visto que una banda se mostrara tan agradecida, tan sorprendida, tan conmovida. Fue la recepción del público lo que provocó que sobre el escenario también se gestara cierto tipo de fascinación ante lo que tenían enfrente. Lo describen claramente en su myspace: estaban agradecidos porque después de estar casi 20 años con la banda, se sentían como rock stars.

Fui a dos de sus conciertos en la ciudad de México, al primero y al último. El del martes 9 de marzo estuvo bastante tranquilo comparado con el del viernes, que fue tan sorprendente como conmovedor. Para empezar, el concierto duró poco más de dos horas y las pausas entre canciones eran mínimas. No hubo un solo momento en el que flaqueara la entrega de los integrantes de Kashmir y en mi cabeza se quedó grabada la expresión de Henrik Lindstrand, el tecladista, cuando empezaba Ruby Over Diamond: "what a wonder is to see youuu", mientras señalaba a todo el público.

Hubo diferentes matices durante la presentación. Desde la agitación y el movimiento trepidatorio del piso mientras tocaban Sufring the Warm Industry hasta los gritos desgañitados y manos cruzadas a la altura del pecho durante Miss You. En muchos momentos los aplausos fuera de ritmo se tenían que usar como manifestación de lo que no podía salir de otro modo. Uno de los mejores momentos de la noche fue Lampshade, la primera canción del segundo encore, para la cual Kasper Eistrup regresó solo (con su guitarra) al escenario, luego los demás se le unieron en una interpretación impecable.

Lo que marcó la diferencia entre esta presentación y las anteriores fue tocaron canciones viejitas-viejitas que pocos se sabían y que todo el mundo escuchó con atención (yo me sorprendí por lo mucho que sonaban a los Stone Temple Pilots). No faltaron los fans que no dejaban de corearlas; como Leather Crane, que cerró el concierto después de que el solo de guitarra de Eistrup nos hizo sentir de regreso en los noventa.

Kashmir en la ciudad de México va a ser un evento difícil de olvidar. Fue el primer concierto que recuerdo que una banda haya anunciado por Twitter, cuando subieron una foto del escudo nacional con el pie "the prayer has been heard" el 17 de noviembre. Cuatro meses y tres presentaciones exitosas después, la ciudad está lista para el regreso de la banda, que aseguraron será en diciembre de este mismo año. Espero que vuelva a ser con Ache Producciones.
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14 de marzo de 2010

¡Subestímame ésta! - GITHEAD


Hace mucho tiempo, en una isla muy lejana, existió una banda llamada Wire. Formada en la ciudad de Londres por los amigos Colin Newman, Graham Lewis y Bruce Gilbert, fue una de las bandas más importantes de la primera ola de postpunk británico. Decididamente conceptuales y formados académicamente como artistas multidisciplinarios, han sido influencia (consciente e inconscientemente) de muchos artistas posteriores, entre ellos los Talking Heads, Yo la Tengo o Interpol.

Wire nunca tuvo un éxito apabullante y muy poca gente ubica a la banda y su importancia artística. Mucho menos saben que Colin Newman, el gran cerebro detrás de la banda, sigue activo con un proyecto lanzado en el 2004 bajo el nombre de Githead.

A Githead lo forman, además de Newman, el artista electrónico Robin Rimbaud (aka Scanner), Malka Spigel y Max Franken (estos últimos de la legendaria banda israelí Minimal Compact). Juntos han editado cuatro discos, donde conviven el sonido duro del punk, la electrónica y el arte conceptual en forma de ríos textuales vocalizados por los esposos Newman y Spigel.

El sonido de Wire era uno de los más agresivos de aquella época tan fértil. Reinaban las voces casi metálicas recitando frases abstractas; las guitarras eran distorsionadas y ambientales, mientras las cajas de ritmo se mantenían exactas. Githead retoma muchos de estos elementos, sin embargo se desentiende de su banda madre para incorporar otras lecciones del postpunk, como los bajos sensuales que evocan a The Slits o al Pop Group, quienes siempre estuvieron más enamorados del dub y su potencial bailable. En las secuencias, el espíritu del new wave vibra con fuerza, haciendo a Githead una amalgama de lo mejor de todos los géneros del rock surgidos desde hace 30 años. La inclusión de Spigel, Franken y Rimbaud a la mezcla predecía esta sinergia de sonidos y pensamientos.

Intelectualmente, Githead sigue poniendo el dedo en la llaga de la modernidad. Ellos hablan de la industrialización, el desapego emocional hacia el mundo, las neurosis provocadas por las redes mediáticas, etc. Poco a poco, Thom Yorke parece menos original y más un emulador virtual.

Githead no es una copia ni una versión, sino un tatuaje autobiográfico que exhala su genética y la recrea como si todos los sonidos inventados desde 1976 le hubieran pertenecido originalmente. Escucharlos es encontrarse con un viejo conocido que ha aprendido nuevos trucos. De inmediato uno reconoce líneas de bajo, riffs o ritmos, para descubrir que no, que no es que se les haya escuchado antes, sino que Githead (y Wire, por antonomasia) son la base de todo lo que escuchamos actualmente.

Si volver a lo básico es descubrir esencias, Githead es una parada obligatoria para comprender la ruptura histórica y el espíritu transgresor del punk más allá de los estoperoles y los mohawks.

Les recomiendo entrar a la página oficial de la banda para que conozcan su discografía completa.

También pueden leer esta entrevista de Pop Matters para conocer más sobre su filosofía de trabajo.





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12 de marzo de 2010

Dos canciones nuevas de The National


Como ya se sabe por todos los blogs musicales del mundo, The National tiene dos nuevas canciones que a mí me suenan extrañamente más cercanas a sus primeras producciones que a Boxer. Eso no quiere decir que -hasta donde se puede apreciar- sean un retroceso; obviamente habrá que esperar hasta escuchar el producto terminado. High Violet tiene un antecedente difícil de superar y las primeras dos cartas que está dejando ver, aunque no sorprenden, tampoco defraudan.

Vanderlylle Cry Baby (vía The Music Slut)


Terrible Love


El 11 de mayo sabremos a qué suena The National después del Boxer. Esperemos que ese mes también vea el regreso de la banda a la ciudad de México.

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Lo "nuevo" de Doves: The Places Between.


No se emocionen tanto: es una colección. Nunca he sido una gran fanática de los best of, en parte porque cuando quieres material nuevo de una banda quieres que realmente sea... nuevo. Sin embargo, también vale la pena considerar a los que le están entrando por primera vez a Doves; seguramente ésta es la mejor manera de quedar enganchado a una de las mejores bandas inglesas contemporáneas.

Como recordarán -o no-, Doves ya habían sacado una compilación anteriormente, Lost Sides, que incluía algunos lados B y cosas llamadas "rarezas"; eso en uno de los dos discos, en el otro venían remixes que la verdad estaban bien pinches. 

Pero The Places Between está mucho más completo y tanto fans como no fans deberán adquirirlo porque tiene tres discos de garantizada satisfacción. El primero trae puro hit de sus cuatro discos de estudio, con una canción nueva, Andalucia, tristemente sin acento. El segundo tiene nuevas versiones de algunas canciones (hay que destacar la acústica There Goes The Fear)  y también rarezas. El tercer disco es un DVD que solo traerá videos. Hubiera estado bien que incluyera cosas en vivo, pero nos tendremos que conformar con volver a ver Where We're  Calling From.

The Places Between: The Best of Doves sale hasta el cinco de abril, pero ya pueden escuchar algunas canciones en la página de la banda.

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2 de marzo de 2010

Team B

Kelly Pratt es un músico originario de Nueva York, actualmente miembro de Beirut, donde acompaña a Zach Condon durante las grabaciones y shows (si tuvieron la oportunidad de verlos en 2009, ahí estaba, al ladito), y no contento con eso, también ha acompañado a Owen Pallett y Arcade Fire durante su gira en 2007. Añadiéndole un poco más a su ya extenso currículum, domina un gran número de instrumentos, donde destacan sus habilidades con los metales: trompetas, cornos, trombones, tubas, etcétera.


En 2007, mientras acompañaba a Arcade Fire en su gira, Pratt aprovechaba sus descansos y ratos libres para trabajar en sus propias composiciones, escribiendo letras y grabándose en su laptop. Tiempo después, con ayuda de algunos de sus compañeros - tanto de Beirut como de Arcade Fire - dieron vida a una nueva banda, a la cual llamarían Team B.

Team B está conformado por:
Kelly Pratt (Beirut, Arcade Fire), Tracy Pratt (Beirut), Ryan Smith (Twin Thousands, Stars Like Fleas), Jon Natchez (Beirut, Stars Like Fleas), Jason Poranski (Beirut, FreeTime) y Mike Fadem (Jealous Girlfriends).

Team B - On My Mind
So I try to find a way
not to kill her.


El resultado de todo esto puede escucharse en su primer álbum homónimo. Un álbum con una extensa combinación de sonidos folk, balcánicos, eléctricos. Un lugar donde una guitarra eléctrica distorsionada convive pacíficamente con ukulele y no hacen más que sonar bien. Canciones meláncolicas y divertidas, incluso bailables, es toda una fusión de sonidos y sentimientos comprimidos a lo largo de diez canciones.

Team B - No Purchase Necessary



Este año lanzaron de manera gratuita a través de su página un EP llamado The Lost Son, que incluye colaboraciones de Perrin Cloutier y Nick Petree (ambos de Beirut, los que faltaban), dándole un sonido diferente al grupo, más orquestal. Y quiero pensar que la visita que realizaron a Oaxaca hace dos años no sólo inspiró a Zach Condon para March of the Zapotec, sino que también usaron algo de eso en este EP donde abunda el sonido del acordeón, las trompetas y los trombones.

Para las letras de The Lost Son, Pratt hizo uso de los poemas de Theodore Roethke, ganador del Premio Pulitzer de poesía en 1954, los cuales, creo yo, no pudieron haber estado mejor acompañados.

Team B - The Reckoning

What we seek is a fare
One way, a chance to be secure:
The lack that keeps us what we are,
The penny that usurps the poor.


Descarguen de forma gratuita el EP The Lost Son desde el sitio de la banda.
http://www.teambnyc.com
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1 de marzo de 2010

Pick A Band That's New - Two Door Cinema Club


Irlanda del Norte no es un lugar que suela ser muy reconocido por su escena musical. Pocas son las bandas de la parte británica de la isla de Irlanda que hayan logrado reconocimiento fuera de los alrededores de Belfast. The Undertones por supuesto, algunos no tan conocidos pero con cierto cartel como The Divine Comedy y Ash, y la más famosa de todas, Snow Patrol, que aunque formados en Escocia, siempre han tenido mayoría de miembros (y ex-miembros) originarios de allá. Así que cuando una banda de esas latitudes logra cierto reconocimiento y prensa en Inglaterra, es noticia. Y la noticia ahora se llama Two Door Cinema Club.


Two Door Cinema Club - Something Good Can Work


Formados durante sus años de preparatoria (donde se conocieron), los tres integrantes del grupo decidieron no ir a la universidad, a pesar de haber conseguido lugares en algunas muy decentes, para dedicarse de lleno a su sueño de ser de esas pocas bandas en trascender más allá de la isla. Una de sus peculiaridades es que ninguno de los tres es baterista, por lo que para sus presentaciones empezaron a programar los ritmos en una Mac, lo que los llevó gradualmente a experimentar más con sus computadoras y empezar con un sonido un poco electrónico. Esto fue lo que llamó la atención del sello francés Kitsuné, el cuál los firmó cuando tenían apenas unas cinco canciones bien construidas. Su primer lanzamiento bajo este sello fue Something Good Can Work, canción pegajosa y fresca que rápidamente llamó la atención de varios DJ's prominentes en Inglaterra, como Steve Lamacq.


Two Door Cinema Club - Undercover Martyn


Desde entonces han sacado otro par de singles, I Can Talk y Undercover Martyn, además de que ya grabaron un disco, llamado Tourist History y que saldrá a la venta en Marzo. Su cartel se ha expandido en este tiempo, siendo ya estrellas menores en Japón y ganándose fans tan diversos como Kanye West o Blink 182. Y la verdad, no es para menos ya que su disco confirma todo lo bueno que habían venido mostrando. Solo falta que el resto del mundo lo descubra.

Por Edgar

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