18 de junio de 2007

Gimme Noise

por Ricardo




Antes de que continues leyendo, apachúrrale al cassette para que conozcas el sitio Tiny Mix Tapes que tiene la peculiaridad de contar entre sus filas con autómatas que dicen ser capaces de hacer las compilaciones perfectas para cualquier momento. Corre-corre, aquí te espero; no te olvides de pedir una mezcla.

¿Ya?

Cuando tenía unos 13 años entablé una de esas relaciones que si apareciera en la tele sería calificada como homosexual; yo era aquel mozalbete que gastaba sus fines de semana en la recámara de un hombre mayor manoseando los juguetes de una persona que se niega a crecer.

No bebíamos alcohol ni hablabamos de mujeres, el fútbol apenas salía al tema y me insistía que leer a H.P. Lovecraft era lo mejor que podía hacer con mi vida (a esta altura de la vida he llegado leyendo un libro completo por año, sólo estoy dispuesto a cambiar esa costumbre por esta colección). Mientras husmeaba en sus cajones fue que descubrí otra música, antes que el internet, antes de conocer eruditos musicales mi amigo me hacía cintas de metal clásico y college rock; yo no sabía qué era eso pero a quién putas le importa saber la biografía de una banda cuando suena tan bien. Al menos no me importó entonces.

¿Ya te aburrí? No te culpo, lo que digo es una historia bastante fresa. ¿Me vas a decir que la tuya es distinta? Yo no llegué a la música lleno de raspones y drogas duras, soy un espectador no una leyenda y todas esas noches en las que he convivido con las banquetas han sido anomalías en mi vida. Gracias a préstamos, regalos y a uno que otro robo es que mi bagaje musical ha ido aumentando.

Hoy en día no puedo evitar atesorar mi cinta de los Violent Femmes a pesar de que tiene 3 canciones prácticamente intangibles, no puedo ignorar el cassette rotulado con el nombre de locomia en que me grabaron el License to Ill de los Beastie Boys y unas canciones en vivo de los Misfits, tampoco puedo dejar de lamentarme que haya perdido la grabación del soundtrack de Trainspotting presentado por Lucila Zetina como parte del ciclo los mejores discos de los '90 y tengo que confesar que estoy ahorrando para comprar uno de esos estéreos retro que tocan de todo porque ya no puedo escuchar los cassettes que mi novia tan amablemente me ha regalado.

Que no suene esto como nostalgia, el cd ha demostrado ser un formato mucho más práctico que sus antecesores y los mp3 han vuelto tan fácil todo esto que no hay duda que la digitalización de la música ha sido un beneficio (quizá mal entendido, pero beneficio al cabo); aún así no puedo evitar pensar que una verdadera relación musical se entabla mediante préstamos y grabaciones que podamos tocar y no diciéndonos en qué dirección de la web podemos conseguir tal disco; seguro más de uno ya me estará tachando de pendejo pero no dejo de pensar que todo esto ha perdido gracia.

Nicky Wire - I killed the Zeitgeist [demo]

Y acá vengo con un intento por arreglarlo, te propongo un intercambio:
yo te grabo una cinta de 90 minutos con canciones que te harán creer quiero cogerte si tú me das un par de pilas recargables doble AA para poder usar mi walkman. Esta oferta queda reducida a los habitantes del D.F. porque no creo sea muy buena idea enviar unas pilas por correo pero los lectores internacionales pueden proponer intercambios por medio del servicio postal.

¿será que soy tan consumista que necesito de un objeto para conocer lo que tengo? no, sólo soy muy pendejo para reconocer que es mejor llenar esos 80 gigabytes libres en el disco duro a seguir acumulando cajitas de plástico con más plástico dentro.

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9 comentarios: on "Gimme Noise"

. dijo...

¡Jajajajaja!, que chidote.
Yo también voy a tomar mis viejos Walkman y a oir mis cintas de los Esmachin Pompis.

Anónimo dijo...

Hi, Billy Corgan, Smashing Pumpkins.
Hi, Homer Simpson, Smiling Politely

+oRLy+ dijo...

hace poco mi madre encontró mi arsenal de grabaciones en cassette... tengo atesorada mi fabulosa adolescencia en ellos... digo, no esta llena de rarezas, sino de grabaciones del radio... en ese entonces, antes de napster o audiogalaxy, era mi única forma de conseguirme la música del momento...

jejeje buen texto, me ha hecho querer más a mis walkmans!!!

OdeenR dijo...

chaa, mis walkman murieron en servicio haca ya un buen rato. Descansen sin Pilas.

saludos capitan incrédulo jajaja.

tua dijo...

Como no todos en la vida tenemos una juventud de que enorgullecernos, yo no puedo evocar a mi juventud, porque mis casettes contienen puras canciones pop digeribles y esas cosas; que bueno que no me tocó la Academia y esas madres, me sentiría peor...

Yo no tuve influencia en la buena música ni por Amigos ni por mis padres.

Anónimo dijo...

y cómo hacerte llegar las pilas?? es en serio?

Efra dijo...

debo de desempolvar mis viejos tapes de punk rock, y los de que le bajé a mi padre de pink floyd...

desafortunadamente mi walkman es historia, pero esta la buena vitola que nunca raja

Anónimo dijo...

Creo que gran parte de esa generación que todavía uso cassette posee en la memoria o en sus cachivaches perdidos una colección de estos ochenteros objetos. Yo apenas encontré una grabación de cuanto tenia doce años (ahora tengo 26) haciendola de conductor de radio, con efectos de eco y reververacion... demasiado infantil, sin embargo todo toma otro sentido cuando con una voz torpe y emocionada le doy paso a rolas de los Beatles y los Pixies... yo todavia conservo mis viejos walkman que desarme y volvi a arma un chorro de veces, aquellos sony sport que pesan como medio kilo. Y sí, el hecho de poseer el objeto tal cual, que contiene esos recuerdos o emociones es mas "romantico" que un mp3... por lo menos para nuestra generación.

Ricardo G. Acevedo dijo...

yo también grabé mi programa de radio en mi estereo panasonic. ja. pinche grabación quedo regacha.

que nadie se avergüence de su pasado popero, a mi me suena más honesto que darselas de entendido hoy.

Y lo del intercambio pilas-cassette es en serio, interesado anónimo escribeme a 19.02.83[arroba]gmail[punto]com para ponernos de acuerdo.

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