18 de marzo de 2009

Y siempre sí

Por Berenice Andrade



Tal vez ya ni venga al caso tanto recuerdo. A fin de cuentas Radiohead ya dejaron de ser un mito: vinieron y hasta tocaron Creep ante el pasmo de los fans que sabían bien que era incluso políticamente incorrecto sugerirla. Pero como las anécdotas memorables siempre son bienvenidas, acá les dejo un préstamo de cierto medio de circulación nacional, enriquecido con harta cita textual, sobre aquella primera visita de Radiohead a México.

Todo el año pasado estuvo retacado de rumores y rezos. Desde que Radiohead anunció que, como parte de la promoción de su disco In Rainbows (2007), volvería a los escenarios después de dos años de huirles, y que este regreso sería en grande con un tour mundial que tal vez incluiría Latinoamérica, los fans mexicanos comenzaron a hacer changuitos. Ed O'Brien dejaba entrever en una entrevista con el sitio Citizen Insane, que México sí estaba entre sus planes además de Chile, Argentina y Brasil. Los escépticos tomaron la noticia como una cruel rumor, y es que, después de aquella primera mítica gira de Radiohead en México en octubre de 1994, desconocida para muchos, leyenda urbana para otros, era imposible que el quinteto de Oxford quisiera regresar al País.

"¿Quieren saber por qué no vienen a México? No van a regresar, más bien", decía El Sopitas en un podcast antes de contar brevemente trágicas anécdotas de aquella visita en la que Thom Yorke, Jonny y Colin Greenwood, Ed O' Brien y Phil Selway aparentemente no la pasaron muy bien.

Pero a 14 años de aquella minigira, los de Radiohead decidieron que ya era tiempo de darle otra oportunidad al País, a sus promotores y a su público. Están lejos de ser aquella bandita que vino a promocionar el EP My Iron Lung y que tocó con lastimeros recursos técnicos... Entre otros no tan buenos detallitos.

Pura mala suerte

"La verdad es que no les puse gran atención porque nada más era famosa la de Creep, iban llegando y esos chavos qué... Otro grupo que traía la disquera a promocionar", cuenta entre risas el músico y DJ Uili Damage, actualmente bajista de Flanger Garden; en ese entonces locutor de Rock 101, miembro de Los Esquizitos, y testigo del raro toquín de Radiohead en La Diabla del DF. Como él, muchos de los asistentes a los pequeños clubs donde la banda ofreció conciertos en la Ciudad, Hidalgo, Estado de México, Guadalajara y Guanajuato (en pleno Cervantino), se perdieron de la historia porque pocos los tomaron en serio.

Tenía un año que la joven banda británica había lanzado su primer disco y los perseguía la amenaza de convertirse en un one hit wonder, gracias al éxito incontenible de Creep, su primer sencillo, cuando llegaron a México gracias a EMI Music y la promotora Iguana Internacional.

"Thom (Yorke) no se explicaba por qué una canción de perdedores era tan famosa. Estaba harto de tanto Creep y Creep", dice Benjamín Rodríguez, en ese entonces miembro de Iguana Internacional y anfitrión de la banda, ahora director de la agencia de booking y management Kaiman. Pero el que el público mexicano pidiera sólo Creep fue lo de menos, según cuenta Camilo Lara, ahora presidente de EMI México y en el 94 tour manager de la disquera; todo lo que pudo salir mal salió mal: "Nos asaltaron en un Oxxo. Íbamos con Jhonny, y cosa que nunca me había pasado: un tipo con un machete nos quitó una grabadora, con la que yo estaba haciendo grabaciones. Luego otra historia tremenda: el avión hacia Guadalajara se precipitó, se habrá caído unos 100 metros y hasta salieron esas máscaras para respirar, fue un desastre. Nos quedamos sin frenos en Guadalajara. Íbamos en la camioneta; todo mundo se iba riendo, Thom estaba de buenas después de mucho tiempo, y de repente el chofer gritó: "¡Nos quedamos sin frenos! Y ellos evidentemente no entendían español. Los demás no pusimos a gritar y ellos seguían riendose hasta que casi chocamos con un poste. Se nos ponchó una llanta y la tuvimos que cambiar. En el show de Guadalajara fue muy energético, pero muy rudo. Fue una visita memorable, muy impresionante; pero sí, muy dolorosa y se han de haber llevado la imagen de que México era eso", relata Camilo.

Lugares como Trastorno, un bodegón de techos altos plagado de palomas (y su excremento), ubicado en Ojo de Agua en el Estado de México, o Roxy, un teatro viejo en Guadalajara, sirvieron de escenario para la banda que después le daría al mundo OK Computer (1997), considerado por varios de listados especializados uno de los mejores álbumes de todos los tiempos. "Vivíamos en la prehistoria. Comparando la producción, lugares, equipos y gente profesional que trabajaba en esos ayeres con el día de hoy... Pues no", señala Benjamín Rodríguez. "Yo creo que la gente que fue al Bulldog nunca supo lo que estaba viendo, porque el lugar estaba demasiado de moda, repleto. Donde sí recuerdo que la gente estaba pasamada por verlos fue en La Diabla. En Guanajuato no fue tanta gente, y en Ojo de Agua fue rarísimo, porque la verdad, la gente, los locales, no tenían ni idea", agrega Benjamín entre risas.

Tanta fue la mala suerte, que a Thom Yorke hasta le tocó ver cómo una stripper de un lugar de la Zona Rosa bailaba como número estelar Creep. Y al parecer no se sintió muy halagado. "Me acuerdo que tuvimos un día libre y fuimos a un table en la Zona Rosa. Estábamos bien felices ahí sentados, y en eso sale la campeona de la noche, la reina maga, y que ponen Creep y que se acaba la fiesta: Se paró, pateó la silla y se salió. Y me tuve que salir atrás de él. Su hotel también estaba en la Zona Rosa, el Hotel Royal o algo así", cuenta Benjamín.

Después de recorrer otros lugares como el viejo Bulldog (donde se cuenta, nadie los peló), y de hablar sobre la posibilidad de desintegrarse en una junta álgida en Guanajuato, Radiohead se fue de México, se metió al estudio, lanzó The Bends (1995) y se quitó el estigma de bandita de un solo éxito. "En Guanjuato tuvieron una junta muy seria, que después se supo en entrevistas. En esa junta hablaron sobre si querían seguir como grupo o no. Fue una junta importantísima en la carrera de esos güeyes porque por poco y se deshacen. En ese momento se estaban replanteando, como los grupos que están mucho de gira y que el éxito les pega, su futuro, y era impresionante cómo estaban tocando en Guanjuato y estaban en la portada de NME y de la Q", dice Camilo.

Con la evolución musical llegaron discos emblemáticos como OK Computer y Kid A (2000), todos éxitos comerciales a pesar de su complejidad sonora y clavadez lírica. Los que empezaron como una bandita vista como "outsiders" del britpop o los Nirvana británicos, se convirtieron en una de las bandas más propositivas y arriesgadas musicalmente según los críticos. Ahora, la más importante. "No podíamos saber que Radiohead se convertiría en lo que hoy conocemos, pero sí que era algo que debías de seguir. Es uno de los grupos que más ha empujado la barrera de los estereotipos de la música contemporánea, además de tener brillantes compositores", concluye Camilo Lara.
Twitter Twittéalo Facebook Compártelo en Facebook

7 comentarios: on "Y siempre sí"

ECM dijo...

Andrade para presidenta!

Gibson dijo...

wn que no-ta-ble
si algún dia puedo contar una historia la mitad de interesante que esta morire tranquilo.
gracias por recordarme entre tanta espectación que estos giles tambien son humanos y que debo verlos imperiosamente porque en cualquier momento se separan y me pego un tiro.. como pasó con New Order despues de argentina por ejempo..grr.
Saludos y un aplauso desde chile

Mac dijo...

tienes mi voto!

sirako dijo...

ay yo no puedo quedarme atrás, hasta me dieron ganas de darles otra oportunidad.

Anónimo dijo...

qué tanto habrá influido esta fatal experiencia en el riesgo que radiohead imprimió en sus siguientes lp´s, cierto que ya traian my iron lung bajo la manga pero...

estas cosas sólo pasan en méxico, se podría hacer un estudio entero, y la doble falla en "exit music" seguro es parte del fantasmita que jamás nos abandonará.

Luis Ricardo dijo...

Es bueno saber que basta uno de esos colguijes, como el de arriba, para que Niche se inspire.

Publicar un comentario