17 de septiembre de 2007

Todos aman al Pelón (e ir de compras)

Por Emmanuel

Everybody loves Moby

Como por un designio divino, me veo conminado a escribir este post. Primero, por el comentario reciente en éste blog de la ‘prostitución’ comercial del artista, y segundo, el estreno de The Bourne Ultimatum, película que tiene como tema Extreme Ways, de Moby.

Éste cristiano-vegan-radical cambió la música mientras los Chemical Brothers, Fatboy Slim, y Prodigy andaban de antro, afinando su sonido hacia una electrónica sutil y hermosa, con un paréntesis sorprendente llamado Animal Rights, disco metalero, punk y ambiental a la Brian Eno.

Su disco Play (1999) marcaría la caída de la escena rave y el final de una década marcada por el drama excesivo. Ésta elegía, inundada de voces traídas directamente del pasado (rescatando los espirituales negros grabados en los años 40 por Alan Lomax) era el triunfo silencioso de la paz y el estilo sobre los gritos y la estridencia de los angustiosos grungers y ravers. Un perfecto bajón de tacha.

La belleza, amabilidad y atracción universal de este disco provocaron lo obvio: todos querían a Moby en su casa, su anuncio, su campaña, su película, su tienda, su vida. En un hito histórico, Moby logró vender todas y cada una de las canciones del Play para usarse comercialmente.

Después de 7 años de trabajo sobresaliente, un músico solitario, de principios inamovibles (lean los pequeños ensayos que incluye en cada uno de sus discos), llegaba a la cima del mundo gracias a su talento. ¿Qué le veo de malo? Nada.

Play es un ejemplo del poder del arte hoy en día. Ya no se crean Capillas Sixtinas ni Faros de Alejandría, pero un cúmulo de 20 canciones puede llegar a millones de personas que las revaloran y adoptan como parte importante de su existencia, y además redituarle una vida holgada a su creador.

Hay que quitar el estigma de la comercialización del arte en México a como dé lugar. Pero hay que revalorar el arte primero. Mientras Francisco Toledo vende sus litografías a miles de dolares a algún coleccionista en Suecia, Belanova no puede vender su disco a 200 pesos, teniendo toda la máquina de mercadotecnia detrás. ¿La diferencia? La calidad del producto, los valores inherentes a la obra.

Para que el rock sea una industria latente y que los músicos puedan vivir de ella, es necesario tener ambición y superar la barrera geográfica. Ejemplos de otros países hay montones: Björk, M.I.A. o Peter Bjorn and John son algunos. Han triunfado por hacer cosas chingonas (ojo: no porque canten en inglés, aunque eso ayuda definitivamente) y trascendido su escena local. Claro, sí solo le llegas a 10,000 pelados, nunca vas a vivir de que ellos compren tus discos y vayan a tus shows. Tendrías que explotarlos como si fueras Wal-Mart. Pero si a esos 10,000 le sumas otros 5,000 en España, otros 5,000 en Argentina, otros 5,000 en Inglaterra, ad infinitum, rápidamente tienes una legión de fans que están ansiosos por escucharte y alabarte y comprar hasta el mugroso sencillo con dos remixes y una canción caguengue extra. Vamos, U2 no son millonarios por vender discos en 3 tiendas de Dublín.

Así que propongo cinco pasos de acción imediata para la sanación de su alma:

Paso 1: músicos, escriban canciones de calidá. Si eres Six Million Dollar Weirdo, no la jodas, tu competencia es New order y con esos cabrones no te metas. Si eres El Muchacho Satánico, tu competencia es Beirut; si eres Natalia Lafourcade, tu competencia es Lilly Allen, etc. En un mundo de Myspace y Bittorrent, la atención del público se mide en megabytes por segundo y yo no voy a dejar prendido el download del Sonido Lasser Drakkar cuando salga al concierto de Justice.

Paso 2: productores, ustedes son los gurús de la música, los Bob Ezrins, Butch Vigs y Floods del próximo hit mexicano. No sean ojetes y muéstrenle la luz a las bandas con las que trabajan.

Paso 3: Respeten la historia. Respeten al público. Ya todo se ha hecho antes y probablemente se ha hecho mejor, así que pónganse las pilas e INNOVEN. Si son los Dynamite, se los suplico, no digan en entrevistas que acaban de descubrir a los Smiths. Si se llaman Sussie 4, pídanle disculpas a Suzi Quatro y suicídense, por amor de Dios. Y paren de mamar.

Paso 4: locutores, promotores, label managers y publicistas, ¡trabajen!. Vender música es fácil, se vende sola. Vender chingaderas es difícil, porque las chingaderas vienen gratis con la vida. Concepto creativo: vender música significativa, no jaladas.

Paso 5: Lean Diez a Uno todos los días. Es chingón y poco doloroso.

¿A qué iba todo esto? A que me gustó The Bourne Ultimatum, y hoy mismo me compro el 18 de Moby, que también es una fregonería de disco. ‘Nuff said.



Sólo pícale a la imagen para descargar.
  • Moby, Play. Mute Records (1999)
Moby - Play

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10 comentarios: on "Todos aman al Pelón (e ir de compras)"

yorkperry dijo...

The Bourne Ultimatum rockea! Sin embargo debo advertir que la versión de Extreme Ways que se escucha en los créditos finales es una remezcla y no la versión original que aparece en el 18 (que también es buena eso sí)

asco dijo...

No tengo absolutamente nada que objetar. Todo tu discurso ahora está plenamente lleno de sabiduría y razón. No quiero adular al equipo diez a uno, pero es placentero y reconfortante leerlos. También he de puntualizar este fragmento:

"Mientras Francisco Toledo vende sus litografías a miles de dolares a algún coleccionista en Suecia, Belanova no puede vender su disco a 200 pesos, teniendo toda la máquina de mercadotecnia detrás. ¿La diferencia? La calidad del producto, los valores inherentes a la obra"

Lo único que creo que habría que completar es que a partir de la salida de Play, que si que es un excelente album, comenzó el declive de la carrera de Moby o cuando menos no ha sido tan constante. Tal vez el 18 tuvo odas respetables después de este no se ha dado nada innovador ni provechoso.

Por cierto, de Bourne no sabía nada hasta que ayer vi una cuarta parte de película en el cinco y ocurrió que tomaba un café en antara, vi alfombra rojo y todo ese pedo y pensé debe haber venido Matt Damon. Inmediatamente pensé, ahh, patrañas pero si, si vino y yo me quedé, como quinceañera emocionada sin verlo.

Anónimo dijo...

tanta razón tienes con los 5 pasos, sobre todo el 3 y el 5!

Fco dijo...

no juegues...

Dardo dijo...

Para empezar, debo decir que tengo "Play", y me resulta un 50% increíble y un 50% insoportable.
Pero esa es la cuestión subjetiva del asunto, y no viene al caso.

A tus recomendaciones, yo le agregaría un punto hiper importante.
LAS COMPAÑIAS DISCOGRAFICAS TIENEN QUE BAJAR YA MISMO EL PRECIO DE LOS CDS.
¿No se dan cuenta que las ventas de cds cayeron estretepitosamente desde que empezaron a venderlos a 12 dólares? (Aquí en Argentina, hasta el año 2000 los cds costaban 25 pesos. Ahora están a 40. Se los pongo en dólares: de 8 dólares, se fue a más de 13).

Si los cds fuesen más baratos, den por sentado que los que somos fanáticos de la música (de toda la música, sin un solo artista en particular) vamos a dejar de usar rapidshare tan compulsivamente, y vamos a volver a comprar cds.

Pero bueh, no sé pa qué hablo si ninguno de los pelotudos de las disqueras deben estar leyendo esto...

yorkperry dijo...

Porcelain es una canción infinita e irrepetible.

Vale cualquier precio... desquita con creces todo lo que pudieses pagar por Play. Amén que el resto del álbum es asombroso

Anónimo dijo...

no mames moby apesta apesta lo odio lo odio lo odio. musica barata y facil bleaaaaaaaaaaa

Ricardo G. Acevedo dijo...

No te parece que los a los productores ya ni caso les hacen, con eso de que todos se quieren: financiar, grabar y promover con sus recursos indies; deberías poner el paso 2.1: acude a un productor, no todo tiene que sonar a que no sabes tocar.

Buen escrito, eres el salvador de 10:1

Anónimo dijo...

Quiero escribir como tú.

ECM dijo...

Dardo: dále gracias a San Maquilador por los precios allá! Aquí nos los dejan caer a 20-24 dolares (linda economía, Calderón!)

Anónimo: tu asertividad y elocuencia me hace pensar que eres Silverio. ¿Eres Silverio?

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