Por Elsa
Hace algún tiempo estaba buscando una reseña o algo así de alguno de los conciertos de Yann Tiersen en el teatro de la ciudad de México (porque me lo perdí, snif). Como aún era muy reciente el hecho, sólo encontré una mini-reseña con una especie de entrevista incluida (disculpen ustedes por no linkear la entrevista, recientemente la volví a buscar pero ya entre tantas reseñas y noticias del caballero, no la pude volver a encontrar). En fin, lo que me interesó de esa entrevista es que Yann Tiersen dijo algo así como:
Hace algún tiempo estaba buscando una reseña o algo así de alguno de los conciertos de Yann Tiersen en el teatro de la ciudad de México (porque me lo perdí, snif). Como aún era muy reciente el hecho, sólo encontré una mini-reseña con una especie de entrevista incluida (disculpen ustedes por no linkear la entrevista, recientemente la volví a buscar pero ya entre tantas reseñas y noticias del caballero, no la pude volver a encontrar). En fin, lo que me interesó de esa entrevista es que Yann Tiersen dijo algo así como:
Pero por qué dijo eso. En esta misma entrevista, se dice que los trabajos que tiene en el soundtrack de Amélie, son composiciones que él ya tenía de tiempo atrás, que por eso es que él siempre hace mucho énfasis en que él, Yann Tiersen, no es lo mismo que Amélie.
Entonces, esa es la cuestión que me pasa por la mente: la etiqueta que se otorga ipso facto al trabajo musical. Por ejemplo, ¿cuántos de nosotros no hemos escuchado esa épica frase “el que hizo el soundtrack de Amélie... no me acuerdo cómo se llama”? Supongo que este fenómeno de etiquetarlo como “el que hizo el OST de Amélie” se dio por la gran armonía existente entre la buenísima música y escenas donde veíamos a Amélie Poulain correr tras el fotógrafo que iba en su bici (o cualquier momento de la película, whatever). Pero bueno, ese no es el punto. Aquí lo que me llama la atención, repito, es esa etiqueta que se le da alguien y ese mismo alguien (en este caso Yann Tiersen) puede llegar a sentir cierto hastío por eso. Me parece relevante porque para muchísimas personas Amélie es una Gran (jaja, sí, con mayúscula) película (si no, vean muchos perfiles de blogger, dense una idea), y bueno, sí, una gran película, pero el autor de la música prefiere mantenerse ajeno a esa etiqueta, por esa idea de desvalorización a su trabajo; bien sus composiciones quedan ad hoc con lo que es Amélie, ciertamente no es Amélie. También hizo el de Good Bye, Lenin! Pero por lo común, la gente hace más referencia a él con el primer mencionado. Entonces, ¿cómo no sentir esa sensación de "ya no te puedes superar"? El de Good Bye, Lenin! me parece muy bueno, ciertamente (pues de hecho, la película es un encanto, per se). Eso sí, cosa irónica, para hacer referencia a este último soundtrack, usan de introducción el éxito que tuvo el de Amélie. Yey!
Hay que ver la perspectiva del artista / compositor / whoever. A mí, por ejemplo, me daría cierto desaire que todo mi trabajo se viera valorado partiendo desde una obra mía que haya tenido un éxito enorme. Te hace pensar, pues, que probablemente tu big moment ya ha pasado y que ya no te puedes superar, siendo que te desvives por tu trabajo y que por una etiqueta otorgada por el público y los medios todos piensen que ya diste todo, lo demás es para pasar desapercibido. Diría Cioran:
"Albert Camus se ha matado en un accidente de coche. Ha muerto en el momento en que todo el mundo –y tal vez él mismo también- sabía que ya nada tenía que decir y viviendo tan sólo podía perder su desproporcionada, abusiva – ridícula incluso- gloria."
Dices, pues, que lo mejor es que te mueras ahora, en el apogeo de tu obra, para que seas recordado como una persona de bien en el ámbito al cual hayas dedicado toda tu vida.
Sabes que puedes hacer más... pero te dicen que NO, te indican que ya diste lo mejor. Frustrante, ¿no?
Para terminar esta primera parte, les dejo esta canción que me mandó un buen amigo, hace tiempo ya. Es de Noir Désir, colabora Yann Tiersen (claro): A ton étoile (si les gusta y la quieren en vivo [en esa versión hasta cantan en inglés jaja] pues me lo hacen saber para buscar mi disco de respaldo)
Noir Désir avec Yann Tiersen - A Ton étoile
Entonces, esa es la cuestión que me pasa por la mente: la etiqueta que se otorga ipso facto al trabajo musical. Por ejemplo, ¿cuántos de nosotros no hemos escuchado esa épica frase “el que hizo el soundtrack de Amélie... no me acuerdo cómo se llama”? Supongo que este fenómeno de etiquetarlo como “el que hizo el OST de Amélie” se dio por la gran armonía existente entre la buenísima música y escenas donde veíamos a Amélie Poulain correr tras el fotógrafo que iba en su bici (o cualquier momento de la película, whatever). Pero bueno, ese no es el punto. Aquí lo que me llama la atención, repito, es esa etiqueta que se le da alguien y ese mismo alguien (en este caso Yann Tiersen) puede llegar a sentir cierto hastío por eso. Me parece relevante porque para muchísimas personas Amélie es una Gran (jaja, sí, con mayúscula) película (si no, vean muchos perfiles de blogger, dense una idea), y bueno, sí, una gran película, pero el autor de la música prefiere mantenerse ajeno a esa etiqueta, por esa idea de desvalorización a su trabajo; bien sus composiciones quedan ad hoc con lo que es Amélie, ciertamente no es Amélie. También hizo el de Good Bye, Lenin! Pero por lo común, la gente hace más referencia a él con el primer mencionado. Entonces, ¿cómo no sentir esa sensación de "ya no te puedes superar"? El de Good Bye, Lenin! me parece muy bueno, ciertamente (pues de hecho, la película es un encanto, per se). Eso sí, cosa irónica, para hacer referencia a este último soundtrack, usan de introducción el éxito que tuvo el de Amélie. Yey!
Hay que ver la perspectiva del artista / compositor / whoever. A mí, por ejemplo, me daría cierto desaire que todo mi trabajo se viera valorado partiendo desde una obra mía que haya tenido un éxito enorme. Te hace pensar, pues, que probablemente tu big moment ya ha pasado y que ya no te puedes superar, siendo que te desvives por tu trabajo y que por una etiqueta otorgada por el público y los medios todos piensen que ya diste todo, lo demás es para pasar desapercibido. Diría Cioran:
"Albert Camus se ha matado en un accidente de coche. Ha muerto en el momento en que todo el mundo –y tal vez él mismo también- sabía que ya nada tenía que decir y viviendo tan sólo podía perder su desproporcionada, abusiva – ridícula incluso- gloria."
Dices, pues, que lo mejor es que te mueras ahora, en el apogeo de tu obra, para que seas recordado como una persona de bien en el ámbito al cual hayas dedicado toda tu vida.
Sabes que puedes hacer más... pero te dicen que NO, te indican que ya diste lo mejor. Frustrante, ¿no?
Para terminar esta primera parte, les dejo esta canción que me mandó un buen amigo, hace tiempo ya. Es de Noir Désir, colabora Yann Tiersen (claro): A ton étoile (si les gusta y la quieren en vivo [en esa versión hasta cantan en inglés jaja] pues me lo hacen saber para buscar mi disco de respaldo)
Noir Désir avec Yann Tiersen - A Ton étoile
5 comentarios: on "Sobre la música y la etiqueta (Parte 1)"
Noir Désir, gran grupo!
Lástima que el vocalista esté en la cárcel...
me recuerda cuando sick boy explica su teoría del tenerlo y perderlo: Bowie, Lou reed, Sean Connery...
Pues qué nena el Tiersenn, el soundtrack lo catapultó al éxito y gracias a él venderá miles de discos más.
se ponen divas los artistas
No vamos lejos: todo el mundo escucha Creep a cada pinche rato, la he escuchado en miles de lugares distintos y ya me tiene hasta la madre la cancioncita esa y la actitud de la gente de reducir la obra de Radiohead a una de sus primeras canciones: ¿acaso no habran escuchado Airbag, Paranoid Android, Idioteque, How to disappear completely, etc, etc?
Yann Tiersenn es un gran músico me queda muy claro, pero dió un concierto de mierda y eso lo llevó a tener que aclarar que él no es Amelie. No supo complacer al público al que ni tiempo de pasar a su casa a cambiarse el traje le dió, y se lanzó directo de la oficina. Ni a los muchachitas y muchachitos con ropa folk de algodón o lana comprada en una tienda de coyoacán 10 veces más cara de lo que costó en la India o en Chiapas. Qué decir? en México, Yann Tiersenn SI es Amelié, y eso debió saberlo el artista antes de venir. A mi el concierto me gustó al principio, pero ya cuando rompía 5 arcos de violín en una sola rola que al parecer tenía como objetivo que el público pidiera clemencia... pus no sé muy bien la pertinencia de eso. Denseó, denseó mucho, pregunten a quien fue.
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