Una canción de hora y media

O los Killers en el D.F.

Por poser-Sof

Muchas luces, baile. Muchos "oh yeah", "¡Mexico City!". Muchos foquitos de colores, manos levantadas, gargantas desgañitadas, jóvenes coreando las canciones, aplausos. Muchos... todos los hits.

Y yo nomás no llegué al concierto.

Tenía a la gente frente a mí satisfecha y enloquecida y no podía dejar de pensar en lo similares que son entre sí las canciones de los Killers, lo poco arriesgada que es su música y la trivialidad de sus letras y movimientos en el escenario.

Principalmente detecto un detalle; no me entusiasmé de la misma manera que hubiera hecho hace cinco-seis años. La mayoría de los asistentes se encontraba entre 15 y 20 y cuesta trabajo aceptar que ya no estoy en ese sector de la chaviza. Los Killers lograron llenar hasta el último lugar del Palacio de los Deportes entre adolescentes, papás de adolescentes y uno que otro despistado que creía que porque en muchas fiestas baila Somebody Told Me podía esperar un concierto medianamente entretenido. Pero tampoco hay que ser tan mamones y como dice el descuartizador, vámonos por partes.

Bengala. En serio, no. Primero sentí curiosidad, luego un poco de desesperanza, luego asco y al final pena. La primera vez que los vi fue en Louis XIV y lo cierto es que me parecen de lo menos rescatable de la escena mexicana de últimos tiempos. Lo de siempre: música decente pero vocalista terrible, letras babosas y comportamiento de divas. Quizá tendría que oír su disco y no dejarme llevar por sus presentaciones en vivo, pero por ahora prefiero reservarme el derecho de no-audición.

foto pinche, es que estábamos lejos

Killers. Al diez para las diez los integrantes-asesinos subieron al escenario. Traje y corbata, bastón y bombín. Toda elegancia y arrogancia, todo carisma y guapura. Si he de ser sincera, nunca había sentido vibrar así el Palacio. Quedé sorda. Sam's Town se dejó oír y me sorprendí al ver la cantidad de fans que maneja esta banda (por un instante recordé el concierto de Morrissey: los lugares vacíos... sentí un poquito de ira***). En algún momento colaron Enterlude, dando la bienvenida al chou con un estilo beatle (rola de bienvenida y rola de despedida) en una onda sgt.peppera. También estuvieron (olvidé el orden, ustedes perdonen): When You Were Young; Somebody Told Me; Smile Like You Mean It; Bones (que Brandon Flowers introdujo misteriosamente: Don’t you wanna come with me? Don’t you wanna feel my bones on your bones? It’s only natural); Andy, You're A Star; Glamorous Indie Rock & Roll; Read My Mind; Jenny Was A Friend Of Mine...

El concierto duró más de lo que esperaba: aproximadamente hora y media. La primera parte cerró con Mr. Brightside, uno de los momentos cumbre de la noche. Cuando los Killers salieron del campo visual de los asistentes me conmoví profundamente al ver a tantos muchachos y muchachas pidiendo más canciones, desesperados por oírlos de nuevo, aunque cada rola parezca la copia de la copia de la copia de cualquier otra canción de cualquiera de los dos discos. Regresaron: On Top y otras dos que ya ni me acuerdo cuáles eran. Ya casi para el final, lo que más me gusta de esta banda; All These Things That I've Done, no resistí la tentación de marcarle a alguien que ama esa canción pero no pudo estar ahí para oírla. Un último regreso para una rápida despedida: Exitlude y hasta pronto.

La cosa es que este evento me hizo sentir vieja. A lo mejor son ideas mías y me estoy clavando pendejamente en la textura, pero creo que ya se nota que viene otra generación y (no sé si sea parte de mi chochez) ahora la banda se emociona por cosas que a mí me parecen más bien comunes. Tuve que ver a los Killers en vivo para desencantarme de ellos (no niego que en algún momento sí me prendían y yo sentía que los amaba), pero sé que muchas otras personas quedaron más fans y sólo puedo respetar lo que creen. A mí este concierto (salvo dos breves paréntesis) me pareció una larga y repetitiva canción que en ocasiones me provocó muchos pero muchos bostezos. SIN EMBARGO no dejo de remarcar lo cabronamente prendido que estaba el respetable, gran público. [CLICK PARA VER MÁS FOTOS PITERAS]

Por otra parte... Jason Lee
(My Name is Earl) y
Ronnie Vanucci (baterista Killer)
son i-dén-ti-cos, qué pedo.

*** Lo que hubiera podido levantar un poquito la noche era que tocaran este cover de Why Don't You Find Out For Yourself, pero no pasó. Ustedes pueden oírlo si le dan click.

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