Pocas, tal vez ninguna, de las personas que escriben y leen este blog, han pasado por alto mi tan sobrada ignorancia musical. El más neófito de los colaboradores, la cola del burro, el que abre la boca y se emociona cada vez que una nueva canción llega a sus oídos, mientras los demás bajan la mirada o levantan las cejas pensando "mira nomás, cuán tarde ha llegado este carnal", se llama, viste y calza como yo.
Sin herramientas de información, está difícil. No contar ni con internet ni con cable para acelerar mi cultivo musical me dejan muy relegado, cosa contraria a mi adolescencia, época en que tampoco era tan clavado, pero así como que muy mainstream tampoco era. Me mantenía al margen, con gustos musicales que algunos llamaban "raros".
Sin embargo, la cosa cambió. Ahora mi principal nutriente de armonías sonoras son mis amigos y mi novio.
De tal forma llegó a mis oídos un grupo maravilloso, ñoño como su tal por cual, y extremadamente disfrutable en tanto que bailable. Tres chicas, del tipo que no son bellas sino hasta que son famosonas, alternan sus voces y ejecutan sencillas melodías retrosesenteras. Son Las Pipettes, y seguramente en la época de Ed Sullivan hubieran sido consideradas unas subversivas, aún cuando se nota que usan brasier. Pero ellas pertenecen más al universo de John Waters que a las cursilerías de mediados de siglo.
Ventajosamente, permanecen en un plano menor de la fama musical. Pero eso no es lo importante, pues, aunque la fama las acosara, existe en ellas una vibra perversa, sus letras parecen cursis pero sus intenciones no tanto. Mezclan lo mejor de las glorias musicales del rock and roll sesentero con unos beats ochenteros sutiles pero fiesteros.
Es decir, no se distingue una fórmula finita. Las melodías se expanden y varían en cada canción. Percusiones agresivas abren paso al delicado ensamble de instrumentos. Los ritmos se dividen y se detienen estratégicamente, acumulan fuerza y revientan.
Por este medio, agradezco a mi amorcito por introducirme al mundo de estas chicas. Espero no lamentar luego una cantidad insólita de miradas escépticas hacia este neófito musical que peca de enamoramiento.
Sólo pícale a la imagen para descargar. Si no tienes descompresor de .rar bájalo de acá.
- The Pipettes, We are the Pipettes. Memphis Industries (2006)
La canción: Pull shapes, The Pipettes (click derecho, guardar)
Vía Music for Kids Who Can't Read Good
4 comentarios: on "¿Qué hacer cuándo para la música? Aplaudir, si lo que quieres es más"
novios y música van de la mano. nada más hay que tener cuidado de no gastar nuestras canciones favoritas para luego escucharlas y recordar cosas tristes.
De acuerdo con lo que dice daniel, aunque a veces hacemos muy personal las canciones y por eso se vuelven favoritas.
Hace poco estuvieron the pipettes en Guadalajara.
q bueno algo de indie pop ...
nicee raullondon..
Daniel, tienes tanta razón! Es mejor descubrir música nueva a desgastar las conocidas.
Allison: peor tantito, estuvieron en el df!!!!! Y nadie supo. Un eventucho privado, ash.
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