Corvus CoraxTeatro de la Ciudad 29/Mar/07

Por Elsa

Al llegar al teatro de la ciudad, me vi rodeada de muchísima gente vestida de negro... pero oh, cuál fue mi sorpresa verme también rodeada de vikingos. Desde ahí como que empecé a sentir una hilarante emoción por el concierto y también sentía, algo me decía, que iba a ser un GRAN concierto. Llegué a mi lugar y mi primera impresión fue el escenario, lleno de instrumentos medievales, dos enormes percusiones y otras cosas más que, obviamente, iban a usar para el espectáculo. Este escenario me dio todavía más emoción por todo. Me tocó en el primer piso, así que tenía una buena vista de todo el público:

Es una verdadera lástima que mi nokia no haya captado todo a la perfección, porque en esa parte había TODA una familia vestida de vikingos, lo cual estaba bien fregón. Si me preguntan, un factor muy importante también en un concierto es el público. Todo estaban hartamente emocionados, vestidos según la temática que da el grupo, esas cosas emocionan muchachos. Bueno, dejen ustedes el disfraz, son los gritos, la emoción, verse en un ambiente bueno. Ya para la tercera llamada el público se moría de emoción. Se apagaron las luces y sonaron bien recio las gaitas. Entraron todos en fila y fue inevitable que todos gritáramos, desesperados por buena música. Fue entonces cuando ya empezaron a tocar y todo el público enardeció. La verdad es que la rifan muy bien estos muchachos, esa coordinación y, a parte, estar moviéndose tanto con semejantes gaitas, no es algo que cualquier lelo haga. Después del intermedio, todos los de la planta de abajo tuvieron la oportunidad de ir al escenario y matear y cantar y moverse muy bien. En el primer piso uno hace eso y bien puede matarse, lo mejor sólo era pararse y disfrutar de todo.

No pude tomar foto, es una mala pata, porque el escenario valía mucho la pena para ser visto. Sin embargo, tuve la oportunidad de grabar un pequeño video donde todo el público colaboraba coreando un poco la canción. El video cuenta con la agradable participación de mi vecina de asiento, que dijo que para qué estar sentados, esasunamamada y se puso a bailar. Mil aplausos por eso (disculpen por la calidad y tanto movimiento, pero los que cuidaban el lugar se ponían medio especiales si veían cualquier luz de celular): (click)

Después de eso, todos pensaban que el show había terminado, pero no, oh no. En un encore, uno de ellos, al sonido de las gaitas, empezó a azotarse con un látigo en la espalda y todos estaban como que entre maravillados / estupefactos / oh-dios- no-veas-eso-bueno-sí. Esa fue como que una de las cosas más sorprendentes de la noche. Las otras cosas, podría decirse, fue el gran manejo que tienen con los instrumentos medievales, que son harto difíciles tanto de tocar como de construir (cosa que también ellos hacen).

Bravo por Corvus Corax, 2 h 30 m de buena música medieval. Y como diría el vikingo del piso de abaja YAAAAARKKKK.

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